Te preguntarás qué es esto… Es fácil, consiste en que los usuarios busquen a la marca por voluntad propia porque el contenido que ofrece les resulta atractivo. Es un cambio de paradigma: antes sucedía al contrario, eran las marcas las que buscaban y perseguían a los usuarios.
Este nuevo cambio responde a la saturación del consumidor por culpa de la publicidad y, ya sabes… ¡El cliente manda!
Ahora que ya sabes qué es el inbound marketing nos centraremos en la campaña DRIP.
Campañas DRIP
Se trata de una estrategia de emailing que segmenta a los clientes, proveedores o empleados de una empresa y, se acomoda a las necesidades de cada uno para ofrecerles el contenido que están buscando.
Por ejemplo, si enviamos una newsletter en formato texto a un usuario y éste no lo abre, no se le enviarán más e-mails. De lo contrario, si lo abre, recibirá un e-mail en formato visual como puede ser un ebook o un vídeo. Un contenido que pueda satisfacer su curiosidad o necesidades.
La clave reside en segmentar a los usuarios continuamente para adecuar el contenido a cada destinatario del e-mail. Para realizar la segmentación se tienen en cuenta las tasas de apertura de los e-mails, los clics dentro de la página, el interés por los productos o servicios que ofrezca la empresa e, incluso, si el cliente es nuevo (para darle la bienvenida) o si es premium (para recompensar su fidelidad).
¡Todo depende de los filtros que establezcas para la segmentación!
¿Y todo esto es efectivo o son simples fuegos artificiales? La respuesta es: ¡SÍ!
Los e-mails personalizados producen un 18% más de ingresos. Aumenta el ratio de conversiones, la tasa de apertura y el interés por tu marca. ¿Has pensado en incluir el nombre del destinatario en el contenido? ¡Pruébalo!