Mucho se habla de la reconversión de los profesionales del marketing al periodismo para aportar valor de marca a través del marketing de contenidos. O viceversa. De cómo los informadores tienen que rescatar de las asignaturas de publicidad y relaciones públicas conceptos cómo branding o target. Pero en Estudio Chimeno queremos llamar la atención sobre otro fenómeno comunicativo protagonizado por periodistas. El uso del informador contrastado como prescriptor para avalar, con su imagen de confianza, una campaña de publicidad.
“Matías Prats siempre soñó con fichar por la aseguradora”, dicho en palabras de un periodista deportivo de la casa. Más información aquí
En un continuo funambulismo sobre una línea cada vez más difusa entre información y publicidad, encontramos más ejemplos como los de David Cantero y Jazztel; Susanna Griso y Actimel; o Carme Chaparro y Silueta
Sin embargo, la campaña que más nos ha llamado la atención es la de Casa Tarradellas. Después de lanzar su genial mega spot simulan una cobertura periodística de cómo la empresa lleva a cabo sus tareas en el campo. La encargada de narrar en directo estos trabajos es Cristina Villanueva.
Como pasa en La rosa púrpura del Cairo (Woody Allen, 1985) la realidad y la ficción juegan un papel proporcionalmente bipolar. Es decir, si hablamos de ficción desde la ficción, le damos a la primera un carácter de realidad. Llevado a la publicidad, utilizando una estrategia de simulación de la realidad, ¿no caeremos en el pecado de la ficción?.
